YA NO SÉ SI LA OSTRA SE ABURRE

Me llevaron las corrientes marinas hasta el aula de un grupo de 5 años en Gandía (Valencia). La capitana - Dolores Todolí - y su tripulación de 25 navegantes, me esperaban con excitación, entusiasmo y un pez-cofre lleno de tesoros marinos para mí. Emocionante.

Los 25 poetas de agua salada, celebraron mi llegada a puerto con dibujos y poemas, con cientos de preguntas a plantear y con expectación por ver a qué jugábamos. Tras mucho charlar y especular, llegamos a la conclusión de que la mar está llena de peces bien curiosos: pez-cofre, pez-aguja, pez-payaso... así que, uno más uno menos...

Sin prisa pero sin pausa (que para eso pescamos un pez-tortuga, para no tener que andar con prisas), nos construímos nuestros particulares barquitos de papel para echarnos a la mar a ritmo de olas, pareados y caracolas. Rema que te rema, rima que te rima.

No paramos en todo el día. En un remanso, ocurrió que aparecieron tres nereidas de 6º - Celín, Laura y María - que vinieron a hacerme una entrevista como encargadas de biblioteca.

Después continuamos navegando. Pero esto es apenas un avance, porque los 25 navegantes y su capitana Dolores, son saludablemente insaciables. Yo me volví a puerto, pero ellos todavía no han regresado. Dicen los vientos que continúan por alta mar inventando limericks y pareados, escribiendo y dibujando tanto a mano como con ordenadores, buscando tesoros piratas...

En este enlace se puede ver algo más, aunque no todo.

Habrá que volver por aquellas costas con el próximo año, pues aún no saben que yo encontré una sirena y un sireno que andan cantándole a la ostra para que no se aburra (Pronto tendremos noticias de ellos).

El caso es que para la presentación de La Ostra se aburre, Pedro Villar tuvo la amabilidad de mandar unas palabras para la ocasión. Y ahora, aquí, no puedo sino recordar algunas de ellas:

"Ya lo dijo Cortázar, toda poesía que se precie es juego, y Rodari afirma con sabiduría que creatividad es sinónimo de pensamiento divergente, capaz de romper continuamente los esquemas de la experiencia. (...)

En estos tiempos tan alejados de la lírica y de la sensibilidad donde la poesía se convierte en un milagro necesario, doy las gracias en nombre de todos quienes vamos a disfrutar el libro y a compartirlo con los más pequeños."

En lo que a mí respecta, doy también las gracias a todas las personas grandes y pequeñas que estáis haciendo tan disfrutable este interminable juego para entretener a la ostra (bonita excusa).