Amanece y el último día del otoño trae - cogido de una triste mano -, otro invierno. Sin embargo me despierta un trino:
Mi madre me mató,
mi padre me comió,
y me hermana Marleenken
mis huesecitos recogió
los guardó en un paño de seda
y bajo el enebro los dejó,
"pibí, pibí, ¡qué pájaro más lindo soy!"
Y, en el extremo de un hilo rojo, un pajarito deja caer sobre mí el cuento Del Enebro.
Se trata de la delicada e impecable publicación que Jekyll & Jill ha editado recientemente.
El cuento conmemora el 200 aniversario de la primera publicación (en 1812) de Kinder und Hausmärchen (Cuentos para la infancia y el hogar) entre los que se encontraba Del Enebro.
El cuento conmemora el 200 aniversario de la primera publicación (en 1812) de Kinder und Hausmärchen (Cuentos para la infancia y el hogar) entre los que se encontraba Del Enebro.
Otros cuentos también recopilados por los Grimm en el mismo libro han sufrido a lo largo de estos dos últimos siglos no pocas deformaciones. Hänsel y Gretel o Cenicienta, entre otros, han pasado por sucesivos filtros que, en aras de lo políticamente correcto, iban perdiendo símbolos determinantes de la historia o aspectos sombríos y violentos, hasta acabar convertidos en una literatura - aunque de raíces ancestrales -, desnutrida y edulcorada.
Del Enebro, sin embargo, no se encuentra entre estos casos. Quizá por considerarse "inadecuado" para la infancia, ha salido bien librado. Y resulta curioso, pues contiene asuntos coincidentes con otros relatos de la tradición oral; precisamente con algunos de ésos que no han sido presa de factorías Disney u otros seguidores de lo políticamente correcto.
En Del Enebro, un pájaro delata el infanticidio; en el cuento popular La Flor de Lililá, se trata de un dedo que queda fuera de la tumba y del que crece una caña, que encuentra un pastor, que se hace una flauta, que la hace sonar y... la melodía delata un fraticidio.
En el romance de Blancaflor y Filomena, al igual que en Del Enebro, hay canibalismo. Y así podríamos encontrar múltiples coincidencias entre cuentos, leyendas, canciones o romances del folclore universal que no han sido esquilmados.
Riquísimo en elementos simbólicos, Del Enebro - con un inicio que evoca al de Blancanieves -, relata una terrible y maravillosa historia de infanticidio y canibalismo, de botánica y ornitología, y también de amor, lealtad y venganza. Porque, como advierte la traductora, "pide al lector perspicaz que establezca paralelismos que resuenen la terrible dualidad entre el bien y el mal, la lealtad y la traición, que subyace en todo el cuento"... y en todo ser humano - añadiría yo.
Del Enebro, sin embargo, no se encuentra entre estos casos. Quizá por considerarse "inadecuado" para la infancia, ha salido bien librado. Y resulta curioso, pues contiene asuntos coincidentes con otros relatos de la tradición oral; precisamente con algunos de ésos que no han sido presa de factorías Disney u otros seguidores de lo políticamente correcto.
En Del Enebro, un pájaro delata el infanticidio; en el cuento popular La Flor de Lililá, se trata de un dedo que queda fuera de la tumba y del que crece una caña, que encuentra un pastor, que se hace una flauta, que la hace sonar y... la melodía delata un fraticidio.
En el romance de Blancaflor y Filomena, al igual que en Del Enebro, hay canibalismo. Y así podríamos encontrar múltiples coincidencias entre cuentos, leyendas, canciones o romances del folclore universal que no han sido esquilmados.
Riquísimo en elementos simbólicos, Del Enebro - con un inicio que evoca al de Blancanieves -, relata una terrible y maravillosa historia de infanticidio y canibalismo, de botánica y ornitología, y también de amor, lealtad y venganza. Porque, como advierte la traductora, "pide al lector perspicaz que establezca paralelismos que resuenen la terrible dualidad entre el bien y el mal, la lealtad y la traición, que subyace en todo el cuento"... y en todo ser humano - añadiría yo.
Esta cuidada edición es bilingüe, traducida de la obra original en "bajo alemán" y enriquecida con exquisitas ilustraciones de la chilena Alejandra Acosta. Un libro cuidado hasta el último detalle, digno de coleccionista y apto para muy diversas edades.
1 comentario:
Hola paisana bonito espacio y
bellas letras, un placer,
te deseo unas felices fiestas
y que el nuevo año te llenen
de felicidad.
¡Feliz 2013!
un abrazo.
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