Esta última piedrita se me convierte en imagen conduciéndome a tirar de otro hilo: la relación de Rodari con Munari. Bruno Munari me devuelve las imágenes de sus Prelibri y éstas me conducen a las múltiples creaciones de historias desde la imagen, al libro como objeto, a la manipulación de sus páginas, al descubrimiento de universos en el fondo de esos pequeños estanques de papel.
Preparando un nuevo proyecto vuelvo – como directa o indirectamente me ocurre con frecuencia –, a la piedrita de Rodari. Se trata de esa piedra lanzada al estanque que provoca ondas concéntricas y movimientos múltiples en cadena. Es el primer cabo del hilo que me conduce a otra gran tejedora de historias: Marina Colasanti. Y encuentro, – oh casualidad –, estas palabras suyas tan rodarianas:
Alejo a la razón, y lanzo en el lago de mi alma una piedrita –la visión de un cuadro, una frase, un ritmo- e interrogo a los círculos que se forman y se abren en el agua. Mientras que otra parte de mí, acompaña el movimiento de la piedra en el agua cada vez más profunda y oscura.
I Prelibri (Munari)
Las secuenciaciones de imágenes me “despiertan” a Iela Mari y su Globito rojo:
Se suceden los hilos y las ondas trasladándome hasta Katsumi Komagata:
Katsumi Komagata [Blue to blue]
… La piedrita sigue hundiéndose y descubriendo más cabos de los que tirar…
Bebé con Prelibro... (de hilo rojo)
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