20/5/09

Empatías















Estoy bastante más habituada a trabajar con alumnado de educación primaria o secundaria que con los pequeños de educación infantil, pero últimamente los frecuento cada vez más.
En estos días, desarrollando un proyecto con un grupos de niños de 3 años, me llamaba poderosamente la atención la ternura y capacidad de empatía que manifiestan.
Nos estábamos poniendo todos como osos con las pinturas cuando un niño, mirándome con concentración, me decía repentinamente:
- ¿Tú sabes que yo a mi mamá la quiero mucho?
A la hora de ponerse y quitarse los babis, se ayudaban entre ellos con los engorrosos botones aplicando una delicadeza asombrosa. Extrañados de que yo no comiera bocadillo a media mañana como ellos, algunos se me acercaban compasivos a ofrecerme pellizquitos de pan arrancados del suyo.
Y el pequeño Luis, al darme la manita y comprobar que la mía estaba fría, sin mediar palabra, me masajeaba manos y brazos para darme calor.
Me pregunto qué hacemos los adultos para lograr con demasiada frecuencia que estos afectos y empatías tan explícitos queden, en muy poco tiempo, enmascarados o amordazados.

No hay comentarios: