17/1/16

¿QUÉ ES ESTO DEL FOMENTO DE LA LECTURA?

Ramón
Una fortuita mudanza de un estimado y viejo amigo ("viejo" porque ya era amigo a principios de los 80), sacó recientemente a la luz toda una extensa colección de carteles de 1983 enfocados al fomento de la lectura desde el Ministerio de Cultura.

Eguillor

Tras la muerte de Franco en 1975, comenzaba la ilusionante década de los 80, la de "la Movida", la de las "aperturas" a otras perspectivas tras 40 años de dictadura. Cuatro décadas en las que la férrea censura había estado amordazando la cultura; años en los que las pocas librerías que osaban poner a la venta ciertos libros, eran sistemáticamente premiadas con alguna bomba casera que hacía saltar por los aires el negocio. No obstante, aquellos libreros/as, solían ser personas tan osadas como persistentes; no tardaban en recomponer su librería y seguir adelante, aun a la espera de una explosión tras otra y vuelta a empezar.

Chumy Chumez

En aquella década, el fomento de la lectura era una fiesta. En el contexto de la denominada LIJ (literatura infantil y juvenil), se publicó durante esos años lo mejor -cualitativa y cuantitativamente-, que los españoles habíamos visto. Y en el marco general de publicaciones ya no había que aferrarse (entre otras artimañas) a la bendita editorial argentina Losada que tanto nos alimentó en décadas anteriores. Se podía vivir y dejar vivir, aun leyendo.

Loríga
El Perich



















Múltiples iniciativas públicas y privadas ponían alas a los libros. Esta campaña ministerial no dudó en echar mano de los más destacados dibujantes del momento para la extensa difusión de sus carteles (y no aparecen aquí todos los que son).

Forges

Cesc

Romeu
Cebrián
Máximo
OPS
En aquel periodo, algunos tuvimos el placer en España, no sólo de disfrutar de sus obras, sino también de escuchar en vivo y en directo a creadores como Ana María Matute, Carmen Martín Gaite, David McKee, Ana Pelegrín, Christine Nöstlinger, Mª de la Luz Uribe, Fernando Krahn, Gloria fuertes, Tony Ross, Nacer Khemir, Alberto Manguel... entre muchos otros. La animación a la lectura respiraba con aspecto saludable.  

Juan Ballesta
Madrigal



















Pero poco a poco se fue olvidando que "animación" procede de "ánima" y, con el paso del tiempo, paulatinamente, de puntillas y en silencio, el alma de la lectura, aquejada del virus del marketing, iba perdiendo aliento: los libros para gozar leyendo han ido quedando a la sombra de los libros para lucrarse vendiendo.


Hubo un tiempo en que no se leía, por defecto; hoy es frecuente que no se lea por exceso. Hay tanto y tan mediocre entre la avalancha de publicaciones, que lo costoso es acceder a lo que -afortunadamente-, también está ahí, en la penumbra. Y no suele estar en grandes almacenes, sino en librerías (las que sobreviven) conducidas por buenos libreros lectores.

Martínmorales
Mena





  












Paralelamente está esa corriente de fomento de la animadversión (no intencionada) a la lectura, todavía tan frecuente en ámbitos escolares: la ficha, el resumen... de cada libro leído (en ocasiones, de lectura obligatoria); la competitividad para premiar a quien más lea valorando generalmente la cantidad por encima de la calidad; sin tener en cuenta qué persona ha leído qué libro o si es un gran logro que esa persona se haya entusiasmado con su lectura, por sencilla que ésta sea.
El deseo de leer -como casi todo en los aprendizajes-, es, en buena medida, una cuestión de contagio y de entusiasmos.

Peridis
Alfredo


















Me permito recomendar a los docentes estas 10 "Máximas y mínimas" nada despreciables de Ricardo Mariño (en páginas 17 y 18). No son muy políticamente correctas, pero como dice el propio Mariño, "no está probado que Jack el Destripador o Bush hayan sido grandes lectores de Salgari." 
Y "el deseo, es el deseo del otro." (contagio)

Este último cartel, anterior en el tiempo a los demás (1981), y de autoría desconocida, resulta curioso: esa frase ¿la dicen los "Cómicos" o va dirigida a los cómicos en general? ¿"Codo con codo se hará la cultura popular" o mejor "codo con codo se hará popular la cultura"? En cualquier caso, ojalá no quede en una simple broma de cómicos.


Dice Alberto Manguel: 
"Una multitud analfabeta es más fácil de gobernar; dado que el arte de leer no puede desaprenderse una vez que se ha adquirido, el segundo mejor recurso es limitar su amplitud. 
Por consiguiente, los libros, más que ninguna otra creación humana, 
han sido la perdición de las dictaduras."

"La lectura es una actividad que ha despertado siempre un entusiasmo limitado en aquellos que ostentan el poder; cualquier poder".

No hay comentarios: