27/12/15

ESTRENANDO LA POESÍA

Desde siempre, los niños hacen preguntas y comentan reflexiones que pocos adultos se detienen a escuchar con atención.

Recientemente me trajeron de Colombia un librito. Me lo regaló Darío Jaramillo, el mismo poeta que lo prologa comenzando con estas palabras: 

"Nada más delicioso y deslumbrante, más poético y disparatado, que las cosas que dicen los niños de este libro. Podría decir que es un libro de poesía, pero no diría todo."

Entre esas "cosas que dicen los niños", encontramos también algunas citas de reconocidos autores adultos. Una de ellas da título al libro:

"La poesía está en el propio lenguaje. Basta pensar en lo que preguntan los niños. Cosas como: ¿Adónde van los días que pasan?"                                     
(José Emilio Pacheco, escritor mexicano)

-¿Cómo se hace el agua? ¿Quién saca las estrellas por la noche?
Marcus (4 años)

- Joaquín, de tres años, le pregunta a su abuela: -¿Cuál es la mano derecha de un zurdo?

- Una profesora de catecismo preguntó: -¿Hay algún mandamiento que nos enseñe cómo tratar a nuestros hermanos y hermanas?
Un muchachito contestó: -No matarás.

- Como la nueva bebé lloraba mucho, el mayorcito le dice a mamá: -¿No será que la podemos volver a meter en tu barriga, que allá no se oía?

-Mami, ¿ya es de día o de día de noche?

-Tía, ¿Simón Bolívar se orinaba en la cama?

-Si quieres aprender a amar, deberías empezar por un amigo a quien tú odias.
Nikka (6 años)

- Catalina, de cuatro años, ve el mar desde el avión. -Mamá, ¡se cayó el cielo!

-¿Los policías hacen controles de melancolía?

-Mami, ¿cuando tú eras pequeñita, quién era mi mamá?
Enzo (3 años)

-Mamá, tú, cuando eras mono, ¿ya llevabas gafas?
Marta (4 años)

- En un centro comercial, la madre se afana por llevar de la mano a su hija Claudia, de cuatro años. La niña reclama: -Déjame andar sola para no perderme.

-Mamá, ¿hasta cuándo voy a ser niño?

-Cuando sea mayor, si tengo bigote, me llamaré Paco.
Jairo (3 años) 

- Pregunta Óscar: -Abuela, ¿cuántos años cumple el abuelo?
-Setenta y cuatro.
-¿Y él lo sabe ya?

-Mami, ¿cómo nacen los niños?
-Primero sale la cabecita, después los hombros, los brazos, los pies...
-¿Y cuando acaba de salir del todo se arma al niño?

Y algunas preguntas divinas:

-¿Dios es niño o niña?
-Abuelito, ¿tú puedes sacar a Dios de un sombrero?
-Si Dios está en todas partes, ¿por qué no puedo saludarlo?
-¿Por qué Dios no le da a todo el mundo comida y platica?
-Mamá, ¿a vos te tocó la matanza del Niño Dios?
-¿Dios está en el cielo como los pájaros? Entonces tendrá pico.

Desde siempre, me interesaron (e interesan) esas reflexiones que hacen los niños. Y, cuando veo la oportunidad -como el compilador de este libro-, tomo nota de ellas.
Me gusta, no sólo escucharlas atentamente, sino incluso provocarlas cuando intuyo que andan por ahí encerradas. En muchas ocasiones, sin embargo, son lanzadas de forma espontánea como un relámpago que, inevitablemente, sacude a quien escucha:
-Mamá, cuando sea mayor, quiero ser un caramelo de fresa. -Oí decir a un niño que miraba el escaparate de una juguetería.
Y recuerdo, como una de las más impactantes, la pregunta que un niño de 6 años me lanzó tras pasar una mañana en su aula charlando con ellos, dibujando y contándoles cuentos. De pronto, se acercó a mí, me miró muy fijamente y, pensativo, me espetó con voz queda: 
-Oye..., ¿tú eres de verdad?

No hay comentarios: