6/4/13

DE LIBROS Y AUTISMO

Como es sabido, el 2 de abril - con motivo del aniversario del nacimiento de Hans Christian Andersen (1805) -, se celebra cada año el Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil. También en esta misma fecha se conmemora el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.
Hace unos años, de la colaboración entre la editorial Kalandraka y BATA Asociación de Tratamiento del Autismo, apareció Makakiños, una colección de libros adaptados a un sistema de pictogramas que permite acercar a la lectura a personas con determinadas necesidades especiales. Imágenes que - como vemos en este vídeo -, se pueden convertir en pértigas para saltar barreras de incomunicación.
Impresionante la entonación narrativa de la niña.


En su libro Vivir con el autismo, una experiencia relacional (Ed. Octaedro), Juan Larbán Vera expone:

"A los diez meses, el niño ya es capaz de distinguir el objeto de la imagen, es decir, el icono del objeto.(...) Puede acariciar la imagen de un hermoso gato, por ejemplo la del gato con botas, diferenciándola del gato real, que es más difícil de acariciar. Si al mismo tiempo que en contacto con un libro adecuado para su edad, se le lee y comenta (...) es capaz de comprender que lo que tiene sentido para él a través del lenguaje hablado, tiene que ver también con las imágenes y palabras que están escritas en el cuento que ve y que se le lee.
Es importante para el desarrollo psíquicico adecuado del niño que lo que se le cuenta y lee no sea del orden de lo real sino que sea del orden de lo imaginario, como reflejan los cuentos de hadas clásicos. De esta forma se permite al niño acceder al lenguaje narrativo (...) le ayuda a situarse e ir construyendo su propia historia, mezcla de lo real y de lo imaginario, como en la situación en que se encuentra al contarle el cuento pero sin fusión-confusión entre ambos."


1 comentario:

Pedro M dijo...

Acabo de leer esta nueva entrada de tu "hilo rojo". Parece casualidad pero la coincidencia de opinión sobre la dualidad realidad-fantasía, del autor del libro, con lo que tu siempre has mantenido, es total, es decir, no es casualidad y no es una teoría. Me alegro de participar de esas propuestas tan "reales".
De todas formas es incuestionable nuestra verdad vital: ¡qué pobre sería la realidad sin la riqueza de nuestra fantasía!
Los niños "especiales" enriquecen la monotonía de los "normales", dicho en el mejor de los sentidos. Aunque siempre he pensado que no hay niños "normales", me he reafirmado desde que juego con mi nieta.
Un beso.
Pedro M.